Guardián de la caída de agua, Chajil tzaqibal ja´

Humberto Ak´abal nació en Momostenango, en 1952. Su infancia estuvo marcada por la poliomielitis, por la muerte del padre y por una serie de vicisitudes que, finalmente, le trajeron a la ciudad capital, donde se dedicó a trabajar en maquiladoras de ropa un trabajo esclavizante, muy mal remunerado, en el cual los indígenas están expuestos a sufrir toda clase de humillaciones e injusticias.

No cabe duda, Ak’abal estaba destinado a ser poeta decíamos porque tales condiciones de vida y de trabajo no eran las más propicias para que él se destacara en el mundo intelectual y, sin embargo, tiene una trayectoria meteórica y ha conseguido, en muy pocos años, lo que muchos poetas no lograron jamás.