En los años noventa, Guatemala y El Salvador firmaron acuerdos de paz integrales que pusieron fin a décadas de un sangriento conflicto interno. Ambos acuerdos de paz –así como el proceso de construcción de paz que les siguió- han tenido un impacto en el concepto tradicional de paz, ya que fueron pioneros en lo que son consideradas operaciones de paz de segunda generación, multidisciplinarias (que van más allá del cese al fuego). Uno de los objetivos principales de los acuerdos de paz y el proceso de construcción de paz, era fortalecer los incipientes procesos democráticos en el período del posconflicto. Más de una década ha transcurrido desde que los acuerdos fueron suscritos. En ambos casos la democracia electoral o política ha logrado mantenerse vigente y el sistema político ha tenido una apertura. Los combatientes armados, en ambos países, han ahora formado sus propios partidos políticos, han participado en elecciones y han obtenido puestos en el Congreso. Sin embargo, muchos problemas persisten y la democracia dista de estar consolidada. La democratización en ambas sociedades se ve confrontada con muchos problemas antiguos y por nuevos desafíos. Sin duda alguna la paz ha tenido un impacto en la democratización, pero algunas áreas han avanzado más que otras y algunas pueden haberse incluso estancado.
Existen diversos estudios individuales acerca de los procesos de negociación e implementación de la paz en Guatemala y El Salvador. Sin embargo, se ha escrito muy poco desde una perspectiva comparada. Además, se han llevado a cabo pocos análisis integrales acerca del desarrollo democrático reciente en esos países. En este libro, dos equipos de investigación utilizan nueva información y técnicas múltiples de investigación comparada para presentar un perfil actualizado del proceso de democratización en ambos países y una evaluación de la interacción existente entre la paz y la democratización.
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